domingo, 27 de abril de 2014

De compras.



Izaya Orihara, informador nipón no tenía nada mejor que hacer esa noche de un sábado que ir a comprar a una tienda 24 horas… no era precisamente una aventura tal como sus peleas con cierto blondo o vender información a gente de los barrios bajos, pero de vez en cuando no venía mal un descansito de tanta experiencia cercana al hospital.
A ver… ¿Dónde había apuntado la lista?- El de cabellos azabaches jugueteaba con su móvil en busca del archivo de notas en el cual había apuntado las cosas que debía comprar, aunque ¿Para qué? Terminaría comiendo comida de microondas como siempre que cenaba solo. Guardó su móvil en el bolsillo derecho y suspiro solo con ver el cartel del supermercado.
Las puertas automáticas se abrieron, dando paso al joven que automáticamente empezó a caminar a las secciones a las que debía ir, no sin antes coger una cesta en la que depositar los artículos.
Uhm.- hizo una pausa, dudoso entre dos pasillos.- Creo que es ahí donde tenían el champú… creo que me hacía falta, si.- Se rascó la nuca, intentando recordar que debía comprar.- También tengo que coger bolsas de basura, aunque si no mal recuerdo en casa debía de haber… Oh, y creo que también me hacía falta papel, aunque no sé si aquí habrá de la marca que suelo comprar…- ‘’Ojala haya’’ Se dijo para sus adentro el de ojos color herrumbre.
Tras coger el champú, se dirigió en busca del papel, el cual esperaba encontrar. Tardó varios minutos y unos cuantos pasillos hasta encontrar el que quería, cuando llego pudo ver el último paquete de oferta, sonrió para sus adentros y estiro su brazo con la intención de cogerlo.
Pero alguien más alto que él sujeto el artículo.
¿Eh?- ‘’Esto no puede ser en serio’’ si las miradas matarán, la del más bajo habría acabado con el otro comprador, si no fuera porque el rubio ante él era a la única persona a la que nunca podría intimidar.- Oh no… Shizu-chan…
¿Ah? Bah, solo eres tú, pulga.- Gruño el rubio con su siempre tono educado y cortes, nótese la ironía.- Tu tuviste la culpa de no cogerlo, pulga enana.
¿Enano? Yo tengo una altura normal, señor 1,85- Le miro de forma burlona, pero a la vez, en su interior, rogaba para no perder las formas.- Pero claro, Shizu-chan, tú con tu vasto conocimiento no tienes margen de error, ¿Eh?
Mira, no quiero hacer que te comas el estante, no estoy de humor para tus jueguecitos.- Por una vez Shizuo se mostraba reacio a montar una escenita, el informante no sabía si mostrarse descolocado ante tal novedad o si ir a por su cena e ir a comprar el papel otro día.
¿En serio?, que novedad en ti Shizuo, por una vez te comportas como un ser humano de tu edad.- Izaya fingió una muy falsa sorpresa que consiguió que el rubio torciera sus labios en un gesto de enfado.
¿Ah, sí?  Fue a hablar el desquiciado que mezcla fichas y tableros de dios sabe cuántos juegos y se entretiene con eso toda la tarde.- Escupió el comentario con intención de sonar igual que el informante, pero en su voz se notaba ese deje agresivo que tanto caracterizaba al de hebras rubias.
Así que hoy estamos contestones, ¿No querías tener hoy un día tranquilo?- Izaya metió sus manos en los bolsillos de su abrigo, sujetando su cesta con el antebrazo.
Vaya con la pulga, al final resultara que te gusta pelear.- Shizuo sonrió de forma brabucona, y el informante chistó al lengua en respuesta a su comentario.
¿No deberías ir yendo a  caja? Tu cesta se ve muy llena.- El informante cambio de tema al ver la cesta del rubio.
¿Y tú qué?, ¿En serio has venido a una tienda 24 horas a 45 minutos de tu casa a comprar champú y papel?-Interrogo al infórmate, otra cosa extraña en el de ojos castaños.
Que bien te conoces lo que se tarda en llegar, ¿no? Luego soy yo el desquiciado.- Carraspeo y continuo.- Mira quien habla, el que lleva un tubo de dentífrico de fresa, un paquete de 6 cartones de leche y papel. Y dudo mucho que vayas a cenar el dentífrico.- El informante dio unos pasos atrás, por si acaso.
¿Y qué te hace pensar que en mi casa no hay nada para cenar?- Shizuo le miro de forma retadora, dudaba mucho que el informante supiera contestarle.
Por tu ropa, no llevas tu uniforme de siempre si no ropa de calle, y sabiendo cómo eres dudo mucho que salieras a menos que fuera de urgencia mayor… y quedarse sin papel de cocina, leche y dentífrico no es una gran urgencia, aunque siendo tú, la lógica no es algo muy válido, ¿me equivoco?- El pelinegro termino su análisis con una ligera carcajada, ganando una gran satisfacción al haberle cerrado al boca al rubio.
Basta de tus jueguecitos.- Rugió de la forma más controlada que pudo hallar en ese momento el más alto.- A veces pienso en vallar mi casa solo para que no entres a curiosear.
¿Ah? ¿Te crees que ahora me ha dado por espiarte? Con ese instinto tuyo de perro no podría hacerlo en miv ida.- Su  sonrisa se ensancho.- Aunque sería un buen reto, gracias por la idea.
Vete al infierno- masculló entre dientes el blondo.
‘’Nosotros no podremos llevarnos bien nunca’’ Pensó Izaya y se le dibujo una sonrisita en la cara.
Entonces, un joven dependiente apareció en la entrada del pasillo, probablemente pensando de donde venía tanto griterío, Shizuo iba a contestar al dependiente con un ‘’ Es culpa de Izaya’’ aunque el otro ni le conociera, si no fuera porque en cuanto este se dio la vuelta, el informante había aprovechado para coger rápidamente unos guisantes con lo que fuera para cenar y hubiera  ido con una velocidad digna de un corredor hasta la caja donde estaba una empleada.
Para cuando Shizuo se dio cuenta, Izaya ya se estaba despidiéndose él detrás de las puertas del establecimiento. Generando un gruñido lleno de rabia en el guardaespaldas que consiguió asustar al pobre trabajador ante él.
Definitivamente, hasta ir a comprar era una aventura.

1 comentario: